El poder de la música
La música es algo tan cotidiano en nuestra vida que no nos paramos a pensar en los múltiples beneficios que puede aportarnos para nuestro bienestar físico y mental. Una de las razones principales es que al escuchar música se regulan los niveles de las llamadas “hormonas de la felicidad” (dopamina y serotonina), influyendo en nuestra motivación y comportamiento.
Por otro lado, la música tiene el poder de generar dos estados aparentemente contrarios dependiendo del género musical. Puede inducir a la relajación al actuar sobre nuestro organismo, de ahí que la música tantra se utilice para llegar a estados de calma y relajación. Pero, hay que prestar atención al uso que se le va a dar pues puede activarnos fomentando la creatividad, la concentración e incluso la habilidad matématica. Por ello, la música de fondo es un buen acompañante en tareas de estudio y trabajo. Un dato curioso es el conocido “Efecto Mozart”, que surge del hecho de que escuchar música, en concreto música clásica, ayuda a incrementar el cociente intelectual.
Además, es un recurso muy potente para la memoria y los recuerdos, ¿alguna vez no has viajado al pasado con una canción?, siendo esto especialmente importante en el tratamiento de personas con problemas de memoria como en la Enfermedad de Alzheimer. En este mismo sentido la música suscita emociones ya que asociamos ciertas melodías a diferentes estados de ánimo, como por ejemplo cuando fuera está lloviendo y nos apetece escuchar música tranquila o triste.
La música también es un medio de socialización, ampliando la inclusión social del individuo, mejorando el establecimiento, mantenimiento y fortalecimiento de las relaciones sociales y la empatía. De hecho, no es raro observar como muchos jóvenes se juntan bien para escuchar música o hacer música.
Para terminar, una propiedad de la música muy interesante de cara a los profesionales, es que las canciones con letra pueden ayudar a la rehabilitación y mejora del lenguaje en personas con problemas de comunicación, el llamado “Efecto tomatis”.
En definitiva, la música nos puede acompañar y ayudar en diferentes facetas de nuestra vida cotidiana aportando muchos beneficios.