El juego en la infancia
El juego es una actividad libre y divertida en la infancia. Pero más allá de la diversión, el juego se convierte en el medio por el que los niños y niñas comienzan a desarrollar capacidades, y aprenden sobre cómo funciona el mundo que les rodea interiorizando normas, valores, conductas y actitudes.
Entonces, ¿ qué beneficios tiene el juego ?
• Autoconocimiento personal. El juego les ayuda a conocerse a sí mismos a través del movimiento y los sentidos, y comenzando a formar su personalidad.
• Desarrollo motor. Cuando el juego implica movimiento, se potencia la fuerza, el tono muscular, la motricidad, el equilibrio, la coordinación y la percepción táctil, olfativa y gustativa.
• Desarrollo intelectual. Mediante juegos de estrategia, como las cartas o el ajedrez, se promueve la inteligencia, la creatividad, las habilidades lingüísticas y la memoria.
• Orientación. Aprenden la relación cuerpo-espacio comprendiendo las direcciones y la orientación. También adquieren la noción y orientación temporal.
• Actividad social. El juego con otros menores le da la oportunidad de establecer las primeras interacciones con los demás y posteriormente relaciones sociales aprendiendo, entre otras cosas, a comunicarse, a respetar reglas, guardar el turno y resolver conflictos.
• Manejo emocional. El juego fomenta la expresión y el reconocimiento de las emociones, incrementando la empatía, la regulación emocional y el establecimiento de vínculos afectivos.
Como hemos visto, el juego es una actividad esencial para el desarrollo y crecimiento, por ello es necesario cuidarlo y fomentarlo en todas las etapas de la infancia.
En publicaciones posteriores hablaremos sobre juegos adaptados a estas etapas.