El juego de los 7 a los 12 años
A lo largo de esta etapa disminuye el juego con los padres en favor del juego con los amigos. Entre los 7 y los 8 años aumenta el nivel de actividad, destacando los juegos de movilidad:
- Los juegos están repletos de saltos, carreras, obstáculos, etc.
- Se terminan de establecer los juegos de reglas, son capaces de crear y jugar bajo unas normas preestablecidas, solucionando los problemas que surjan cuando las infringen. Un ejemplo sería el clásico policías y ladrones donde cada uno debe seguir las normas del papel que le ha tocado.
- Dentro de algunos de los juegos de reglas pueden aparecer juegos pre-deportivos mediante los cuales pueden empezar a identificarse y descubrir que es lo que les gusta. Por ejemplo, jugar con balones o con raquetas.
- Aunque sea una etapa de gran actividad, no se pueden dejar de lado los juegos de mesa y los puzles que van aumentando en dificultad fomentando el desarrollo intelectual del niño, además de trabajar otras aptitudes como la tolerancia a la frustración.
A partir de los 8-9 años, continúan con este tipo de juegos añadiéndoles más complejidad. Pero, a medida que crecen, cobra mayor relevancia el ámbito social, formándose los primeros grupos de amigos donde aprenden a identificarse y preocuparse por los otros, y a descubrir que es lo que les gusta.
Poco a poco las actividades realizadas con el grupo se van alejando de los juegos y pasan a profundizar en el conocimiento sobre ellos mismos y sobre el mundo dando paso a la adolescencia alrededor de los 12 años.
Finalmente, hay que destacar que durante esta etapa se produce un mayor acercamiento y uso de las tecnologías (móviles, videojuegos, etc.). Siendo recomendable que su uso se encuentre en equilibrio con el resto de actividades y juegos pertenecientes a esta etapa hablados anteriormente.