Beneficios de la actividad física en la salud mental
La vida se ha vuelto cada vez más cómoda, la sociedad ya no realiza tanta actividad física de manera natural debido, entre otras cosas, a que los trabajos no son tan exigentes a nivel físico como antes (por ejemplo, el uso de mayor maquinaria en trabajos de construcción ha restado esfuerzo físico), a la mayor disponibilidad de medios de transporte y al uso de las nuevas tecnologías (por ejemplo, muchos jóvenes en vez de salir a la calle se quedan en casa jugando a videojuegos). Convirtiéndose el sedentarismo en el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad.
Los beneficios corporales de la actividad física son los más conocidos, pero no los únicos. A nivel psicológico, la práctica regular genera una mejor visión de nosotros mismos al vernos capaces y motivados independientemente de las características personales, es decir, aumenta nuestra autoestima y autoconcepto.
Durante la actividad física nuestros músculos se relajan y se regula la respiración, siendo ideal para lidiar con el insomnio ya que ayuda a regular los ciclos del sueño, el estrés y la ansiedad. De hecho, se ha llegado a considerar que la actividad física es un remedio natural para trastornos relacionados con estados depresivos y ansiosos.
Esta actividad también afecta a nuestro cerebro, mejorando el flujo sanguíneo y por tanto el funcionamiento cognitivo. Además, aumenta la sensación de bienestar, felicidad, relajación, y alivia el dolor al liberar ciertas sustancias como las endorfinas.
En resumen, es importante que la actividad física forme parte de nuestra rutina, existiendo múltiples formas de incluirla: practicar un deporte, hacer algún tipo de ejercicio físico, ir caminando a los sitios cercanos en lugar de coger el coche, subir por las escaleras, quedar para charlar con alguien mientras se da un paseo, etc.